By | 14 diciembre, 2004

A mi amigo César Brod dos por tres se le da por tomarse alguna «pinga» de más y comienza a regalar sus pertenencias a los amigos o a sacar a flote sus dotes narrativas. Para este fin de año, no tengo idea qué está bebiendo Cesar, pero publicó una excelente reflección titulada el Manual del Mundo que me gustaría traducir para compartir también con los mis amigos de habla hispana:

Manual del Mundo por Cesar Brod

Cuando me entregaron el mundo vino así, sin manual. Me arreglé de la forma que podía, tratando de entender un poco más cada día, hasta que desistí. No es posible de entender y, por ese motivo, es que viene sin manual. Si viniera con uno, la gente pasaría más tiempo leyendo que viviendo la vida. Pero igual hay gente que pasa su tiempo tratando de entender, tratando de ubicarse, saber de donde vino y para donde va y, cuándo se da cuenta, perdió la oportunidad de vivir lo bueno.

Siempre fui de zambullirme en todo. Y este año se me dió por querer entender porque sucedian las cosas. Perdí mucho tiempo y no llegué a ninguna conclusión nueva. Todo lo que quería saber ya lo había aprendido en el jardín de infantes o en la serie original de Viaje a las Estrellas. Como no es posible entender todo, cada cierto tiempo busco volver a lo básico. Recordar a los amigos de verdad, realmente de verdad, son pocos, y son aquellos que me van a soportar en los momentos en que yo mismo casi no me soporte más. Recordar que el amor durará para siempre, y que al mismo tiempo es una elección diaria y una eterna conquista. Y recordar que quién tiene razón también se engaña, y que aunque no se sea más en esencia, hay personas que solo siguen su propia agenda y que no están ni ahí para ti ni para otros.

Ahora, digo una cosa: el mundo está lleno de gente, y mucha de esta gente es gente buena. Es una pena que el noticiero nos haga ver más tragedias que cosas buenas, porque dando una vuelta por el mundo se puede ver que es justamene al contrario. Hay mucha gente buena y muchas cosas buenas. Alcanzaría con que aquellos que solo cuidan su propia agenda miraran para los costados para que se dieran cuenta de que el mundo no es solo de ellos que así todo sería mejor.

Y en esto de querer entender yo casi cambié este año… Me puse medio desconfiado, procupándome de lo que pensaban los demás. Pero desistí y vi que solo tengo que preocuparme aquello que piensan quienes realmente me estiman. Los demás que sigan con sus agendas. Ja pasé los 40 y solo tengo aquellos pocos y buenos amigos que me aceptan, como un paquete entero, es bueno que así sea.

«Todo siempre, siempre, siempre igual. Todo eternamente genial!» dice Kleiton Ramil en una canción sobre su hogar en Laranjal. Para poder cambiar cambiar necesito contar con las cosas buenas que no cambian, a las cuales siempre puedo recurrir. El año 2005 va a ser de muchos cambios, nuevas e interesantes discusiones. Pero yo voy a ser el mismo durante todo el año. Claro que voy a seguir aprendiendo más cosas, pero mi esencia será la misma. Y con frecuencia voy a estar en mi base: mi mujer, hijas, país, hermanos y aquellos pocos y buenos amigos que se que van a estar siempre con el hombro, cariño y un oido disponible. Gracias a esta base permanente e inmutable es que todo cambio es bueno!

Feliz Navidad y un 2005 en blanco para que puedan escribir en él lo que sea mejor para todos nosotros.

Cesar

Obrigado, Cesar! e continua assim, não mude…

5 Replies to “El Manual del Mundo”

  1. Guty

    Buenísimo lo del manual.
    Eso de que habías aprendido todo en el jardín de infantes y Star Trek Original es una genialidad.
    Gracias por permitir llegar a este blog, vuelvo a mi base no sin antes dejarte saludos y felicitaciones por el casamiento.

  2. tabo

    Me llamo mucho el parrafo inicial de este post porque «pinga» es una manera bastante grosera que tenemos en Peru para referirnos al organo reproductor masculino 🙂

  3. Rodolfo Pilas

    Upa Upa!! Esto de los giros idomáticos regionales es toda un arma de doble filo… me imagino el impacto en Chichaplanet cuando apareció esa palabra alli…. Pues bueno, en Brasil es como decir «una Chicha»….. claro, es alcoholica….

    Ahora que pienso Chicha no querrá decir algo semejante en portugues-brasilero … uy!

  4. Guty

    Bueno, acá en Argentina también tenemos una forma similar, pero lo masculinizamos: «pingo» decimos acá, aunque también es una manera de llamar a los caballos.

  5. Manuel Perez

    Bueno…si… tal vez no tengamos un Manual del Mundo… pero como dice nuestro común amigo «El Colorado» Godoy: «…es bueno tener quilombo y boliche…». Tal vez no lleguemos a clasificarlo como Manual…, pero se le aproxima bastante a un HOWTO 😉

    M@nuel 😉

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