By | 11 octubre, 2006

La reciente discusión sobre la conveniencia de un TLC con Estados Unidos abrió un debate aun pendiente sobre el modelo de desarrollo al que se aspira y la inserción internacional que lo acompañará.

En la pasada edición del semanario Brecha, del 6 de octubre de 2006, Carolina Porley, escribe en la separata Detrás de los Números un análisis de las opiniones de varios referentes académicos y de sectores productivos como ser:

Transcribo parcialmente el artículo, en lo que refiere a aspectos donde mi opinión fue expresada:

COMPRAS TECNOLOGICAS

Uno de los temas más defendidos por las voces contrarias al TLC ha sido el de las compras tecnológicas del Estado. La importancia de contar con una política donde la demanda tecnolígica del Estado ayude a los sectores intensivos en investigación y desarrollo (ID), otorgándoles posibilidades de aprendizaje y disminuyendo los riesgos de la inversión en innovación, fue remarcada como clave para el desarrollo de sectores como las tecnologías de la información (TI), la electrónica o la metalmecánica (véase Detrás de los Números, 2-VI-06). También ha sido un reclamo reiterado de las cámaras empresariasles, como la de Industrias, la Asociación de Micro y Pequeñas Empresas y la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información.

«Cualquiera que haya participado en compras públicas sabe que el Estado protege sistemáticamente a los proveedores extranjeros. No se necesitaba un TLC para facilitarle las cosas a las empresas de Estados Unidos, porque ya hoy se favorece al proveedor extranjero«, afirmó Grompone. Para el director de Interfase se trata de un «problema conceptual, en la medida en que quienes resuelven las compras son burócratas que quieren el menor compromiso posible. Entonces piden antecedentes, como haber vendido el mismo producto por lo menos cuatro o cinco veces en todo el mundo, y así­ no hay quien pueda. Los pliegos no han cambiado, y se siguen pidiendo los mismos antecedentes. Si yo no puedo desarrollar un producto en mi paí­s ¿quién me lo va a comprar afuera?«.

También para Rodolfo Pilas, presidente del Grupo de Usuarios de Linux de Uruguay, el tema de la confianza política en las capacidades propias es importante. «El Estado ha sido un gran ausente en lo que refiere a las tecnologías de la información. Hasta ahora no ha existido ninguna política, mientras que en Brasil y España los candidatos hablan en la campaña del apoyo al software libre. Hay un problema, y es la imagen del paí­s. Uruguay no tiene una imagen de país tecnológico. Tendrémos que mirar a Irlanda y ver qué se ha hecho. ¿O vamos a dejar que el único polo tecnológico sea Zonamérica?«.

Pilas coincidió en que la política de compras públicas está en el debe, y que actualmente «cada gerente de cada centro de cómputos de cada dependencia pública hace lo que quiere. Hay que unificar los criterios y tener una dirección general que estabelzca la política cada vez que se compra una máquina o un programa. Hoy los asesores están comprometidos con los proveedores, abren las licitaciones y de entrada piden licencias de tal marca, cuando legalmente no se podría citar una marca en el pliego».

Sutz se mostró más optimista, y afirmó que el hecho de que las compras tecnológicas hayan sido mencionadas como un aspecto a cuidar en la negociación del TLC (que incluye la liberalización de las compras estatales y el trato nacional), permite suponer que una vez puesto sobre la mesa el tema, salga. «Hay condiciones objetivas para pensar que la ventana que no se cerró además se abra definitivamente. Hasta los defensores más estrechos del TLC admitieron que el tema era importante. También me hace ser optimista la actual composición de los entes públicos, hoy en manos de profesionales.»

Precisamente el presidente de Ancap, Daniel Martínez, afirmó a BRECHA que el tema está siendo trabajado por los entes públicos y este año se creá una comisión para desarrollo de proveedores tecnológicos locales. «Estamos elaborando una lista de productos que hoy importa ANCAP y que vamos a intentar que en uno o dos años pueda adquirirlos en plaza. Para eso vamos a trabajar con las empresas, y si es necesario, traer especialistas del extranjero cuando se trate de tecnología que aquí no existe. No vamos a dar subsidios. Esos productos deben ser competitivos en calidad y precio. Cuando era gerente de una empresa de maquinaria con un fuerte nivel de automatización logramos pasar de importar todas las piezas a tener una composición de 90 por ciento de fabricación nacional. Eso nos permite ahorrar mucho. Es un tema que requiere voluntad política y que te lleva a invertir en una etapa y cosechar en otra.«

2 Replies to “El TLC y la estrategia de desarrollo nacional: ecos del debate”

  1. Gonchi

    Por favor Pilas dejate de defender el software libre, no te das cuenta que cuando Microsoft y todos los demas desaparezcan laplata va a ir para otro lado y ese lado son ustedes que ahora se la tiran de buenitos pero quieren guita como todos, aguante Microsoft realmente el mejor software de la historia, y Bill Gates una de las personas mas importantes que ha tenido el mundo, feliz año 2007!

  2. Gonchi

    ..hablas de libertad, pero la libertad mas importante que es el derecho de expresion es manejado por vos, ya que los mensajes requieren tu aprobacion…muy fuerte..

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