Leo en uno de mis blogs preferidos, Kirai.NET, un artículo sobre reglas que existen en Japón, que Héctor García califica de estúpidas, pero que tienen una evocación a ciertas conductas que uno suele ver nuestra querida América:
«Resulta que según las estúpidas reglas/leyes del sistema educativo japonés por cada alumno de instituto es necesario tener cierta cantidad de libros “reales” en una biblioteca. El gobierno japonés usando las reglas de las que tan orgulloso está le sugirió al japonés emprendedor que ¡debía crear una biblioteca real con libros reales para poder tener una escuela en Internet! Del cabreo que pilló llegó incluso a hablar con el ministro de educación japonés, al que le explicó que hoy en día los jóvenes utilizan más Google que las bibliotecas del gobierno a la hora de buscar información, a lo que el ministro de educación japonés respondió con “¿Qué es Google?”«
¿Qué podemos hacer si para acceder a cargos políticos, no es necesario entender de Tecnologías de la Información? Es posible que estemos en la «Era Digital», pero la mayoría de los votantes no se han dado cuenta de esto, ni de sus implicancias, por lo que sus gobernantes no necesitan de esto en sus campañas.
Claro, después lo necesitan para gobernar, pero ya disponen de un «asesor» que les dirá qué es Google.
Es verdad realmente es triste que pasen estás cosas, no parece que estuvieramos viviendo en una era digital.
Yo también soy lector recurrente de kirai, y no es la primera vez que trata este tipo de temas.
Saludos.
Sin dudas que prefiero los politicos Japoneses…los «politicuchos» uruguayos no saben usar una calculadora sin tener que pedir que les lean las instrucciones de uso…y no es que no sepan leer, sino que lo hacen de puro cajetillas nada mas…en manos de esa gente estamos…
Interesante. ¿Será que realmente los japoneses son tan ignorantes en lo que tiene que ver con tecnología? No lo veo tan claro.
¿Tener libros «reales»? Comparto. Google es un gran recurso pero ni el único ni suficiente. En la educación uno de los problemas del uso de la tecnología, es la creencia en la web a «pie juntillas».
Nada como la Wikipedia para desaznarse de millones de temas, pero leer el Quijote es una cosa y saber de qué se trata el Quijote a través de una enciclopedia, en papel o en Internet, es otra cosa.
Pasa también en las universidades. Uno presenta un tema de investigación y exigen que la mayoría de la bibliografía sea de los últimos tres o cuatro años. Están bien, pero «Economía y Sociedad» de Weber no puede estar entre los libros consultados, entonces. Ni los libros de Wirth, ni Kernighan y Ritchie, ni Dijkstra ¡Pavada de referencia! ¿No?
Ni tan calvo, ni con dos pelucas.