By | 5 octubre, 2005

Durante años las empresas han mostrado a sus clientes una identidad corporativa y han invertido su esfuerzo en temas como la calidad de producto, garantía de pureza, cuidado en los procesos, esmerada atención y otros elementos «diferenciadores» de la competencia, buscando atraer la preferencia del consumidor. En sí, esa imagen corporativa tiene muchas ventajas, principalmente si se trata de la empresa que lidera el mercado, pero ¿qué sucede con las demás empresas que no lideran el mercado? Esas que están compitiendo de atrás, muchas veces ante gigantes.

Esas empresas segundonas tienen la opción de insistir en los mismos conceptos diferenciadores o innovar. Y a la hora de innovar, Internet es el médio ideal para hacerlo: Internet no solo fue la cuna en la que «nadie», de un día al otro, pasaba a ser «Sr.» (cuando la burbuja de las puntocom) sino que es un gran «igualador» en la que las empresas compiten casi de igual a igual, y donde no importa mucho «trayectoria», «tamaño de la sede», «ciudad o barrio de ubicación», y otros elementos «diferenciadores» de la vida real. Y todo esto puede ser capitalizado a favor de las empresas segundonas.

Dialogar con el ClientePor otro lado, la «imagen corporativa» ha llevado a la despersonalización, un apartarse del cliente: no hay como entrar a una cadena de comida rápida para sentir una sensación totalmente opuesta con la sensación de entrar a una posada de la campaña («atendida con sus dueños»).

Hay empresas que invierten mucho dinero en capacitar a su personal, hay empresas que invierten en mejorar sus procesos de gestión, hay empresas que invierten «hacia adentro»… y toda esta inversión generalmente queda encapsulada en alguna promoción: «Â¡Ahora somos ISO48.354-A compatibles!«, pero ¿qué piensa la gente que trabajó para certificarse?, ¿cómo mejora cada persona siendo parte de esa organización? Estas son cosas difíciles de mostrar con una identidad corporativa, ya que se muestra a uno: la empresa y sus componentes: las personas, quedan relegadas.

Si juntamos estos elementos: acercarse al cliente, mostrar a las personas (en lugar de la corporación) e Internet, «voilá!»: los blogs son una herramienta óptima.

Tal vez mi formación tecnológica me llega a pensar que esto viene com anillo al dedo de las empresas de tecnología, pero sin dudas otras ramas pueden verse claramente favorecidas: industria farmacéutica, servicios de atención médica, consejeros y asesores, etc.

Estoy convencido que los blogs bien usados en una empresa pueden ser la puerta económicamente viable para que las personas que construyen día a día la corporación, lleguen a los clientes con un mensaje personal. ¡Piénselo! (posiblemente sea su forma novedosa de competir).

Este artículo responde a la propuesta realizada por ESTRAGEgA para el V Festival de Blogs, y es el pretexto para sacar a la luz una de las ideas que viene aleteando en mi mente hace un tiempo.

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